Cultural

Ficciones intimas (Jorge Franco) minicuento


Si nos damos cuenta de todo lo que el comunismo puede proponer o puede proponerse alcanzar, en el fondo esto está contenido en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ningún sistema político, ninguna organización social puede ser más, ni la mejor que se pueda imaginar, puede ser más perfecta que lo que está allí. Los partidos de izquierda podrían dejar sus manifiestos y propuestas, meterlos en un cajón, y poner como bandera única, exclusiva, los Derechos Humanos. Lo que pasa es que éstos son papel mojado, a nadie les importan.
En la entrega del premio Nobel, en un pequeño discurso de tres minutos, hablé de los Derechos Humanos para decir que los gobiernos y las multinacionales son los que más los violan. Hubo un pequeño escándalo, pero cuando volví a ocupar mi silla al lado de la reina, ella me dijo que estuve muy bien, que alguien tenía que decir esas verdades. 
  Jose Saramago